Clorofila

El término clorofila deriva de las palabras del idioma griego “chloros” que significa verde y “fýlon” cuya traducción es hoja, es por ello que con dicho término se describe a la pigmentación verdosa que caracterizan a muchas especies de plantas y animales, los cuales se caracterizan por tener platos en las células que los conforman. Se puede describir como una biomoléculas de gran importancia en varios procesos, pero sobre todo en la fotosíntesis, proceso en el cual las plantas tanto de agua como terrestres, absorben energía luminosa y la transforman en energía química.

Clorofila

Este compuesto fue descubierto a inicios del siglo XIX gracias a las investigaciones realizadas por los científicos Caventou y Pelletier, éste último consiguió aislar diferentes sustancias de algunas plantas entre las cuales destacan la cafeína, la colchicina y por supuesto la clorofila, esto mediante la utilización de métodos que incluían disolventes muy tenues.

La clorofila tiene grandes propiedades como complemento alimenticio, pero además de ello tiene grandes características desodorizantes, por lo que es empleada en la fabricación de diferentes productos, como por ejemplo las sustancias que ayudan a erradicar el mal aliento provocado por la ingesta de tabaco o alcohol, así como componente de algunos alimentos, así como también se incluye en diferentes cremas ya que ayuda a combatir el olor causado por la transpiración.

Otras de las utilidades que tiene la clorofila son la de ayudar a fortalecer el sistema intestinal así como también el sistema circulatorio, ayuda a bajar los niveles de colesterol elevado, además de los triglicéridos séricos, también posee capacidades anti mutagénicas lo que la hace realmente útil si se quiere actuar contra la acción de algunas sustancias tóxicas y también puede aplacar un poco los efectos que algunos medicamentos producen. Cuando hay presencia de dolores al orinar o al defecar puede ser de gran ayuda también ya que puede contribuir a la eliminación del estreñimiento así como también a la erradicación de rocas de oxalato de calcio.

La clorofila puede presentar varios tipos, siendo la más conocida la tipo A, la cual es posible localizar en gran parte de lo vegetales y tiene la capacidad de absorber los rayos del sol en el proceso de la fotosíntesis. La clorofila tipo B por otro lado se localiza en los cloroplastos de plantas terrestres y la algas, su absorción de luz lo hace desde otra longitud para ser transmitida a la clorofila tipo A. Por su parte la tipo C se ubica en los cloroplastos de ciertas algas, mientras que la D solo se encuentra en algas rojas y la acaryochloris marina.

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