En la biología, el término taxón es un grupo de organismos emparentados, dicha palabra proviene del latín y significa tipo, de forma que el taxón es una especie de ejemplar concreto. Cada una de estas descripciones es asociada al nombre del autor o autores que la realizan, los cuales se hacen figurar detrás del nombre.

Una manera de clasificar los organismos, la taxonomía utiliza desde los tiempos de Carlos Linneo un sistema jerárquico. Este esquema organizativo, cada uno del grupo de organismos en particular es un taxón, por lo que el nivel jerárquico en el que se lo sitúa es su denominada categoría. Por ejemplo, en geografía política, país, provincia y municipio serían categorías, mientras que Canadá, Ontario y Toronto serían los taxones. Asimismo se tiene que familia, género y especie son categorías taxonómicas, mientras que por otro lado Rosácea, Rosa y Rosa canina son ejemplo de taxones de dichas categorías.
A continuación se presentará una lista ordenada de lo general a particular de cada una de las categorías taxonómicas a las que se asocian los diversos taxones:
Reino, filo, definido por animales o plantas, clase, orden, familia, género, especie, subespecie.
Cabe señalar que una asociación de un taxón a un rango determinado, es decir, categoría, es algo muy relativo y restringido al sistema usado. De manera que es muy probable que un taxón ocupe categorías diferentes, ya que los sistemas de clasificación están organizados por diferentes autores y criterios. Normalmente, esto ocurre en el ámbito de las categorías que más abarcan.
Existen dos tipos de taxones y ellos son:
El natural: es aquel que se caracteriza por la historia evolutiva de sus miembros, entonces puede decirse que existe en la naturaleza, la sistemática filogenética que acepta como taxones naturales a cada una de las especie particulares o a cualquier grupo monofilético de organismos, aclarando que como tal, solo agrupa a los que forman una rama del árbol de la evolución.
La artificial: este tipo no existe en la naturaleza, o sea, grupos polifacéticos, cuyo antepasado común no son parte del grupo. Un ejemplo son, las algas o los protozoos.